Habló el presidente José Mujica y se refirió a las insuficiencias que tiene el país, los cambios que este atraviesa y la necesidad de una sociedad unida para su crecimiento.
TECNOLOGÍA
El ex tupamaro se mostró sorprendido por la “vorágine de cambios tecnológicos” y no solo en las comunicaciones y el desarrollo masivo de Internet, si no que hizo fundamental hincapié en cómo se van desarrollando en los distintos ámbitos.
“Viejas formas de trabajar se han transformado en industrias con altísima tecnología que devoran insumos intelectuales. La vieja agricultura que suponía la autoexplotación del agricultor, está desapareciendo en una revolución tecnológica que no tiene piedad”, dijo Mujica.
IDIOSINCRASIA
En su audición radial también habló sobre la idiosincrasia de los uruguayos, dijo que se tiende a “hiperdimensionar los intereses corporativos y sectoriales y se nos queda demasiado atrás el interés general”. Pero destacó el sentido republicano y de igualdad que tiene la población y se basó en eso para avivar el sentido nacionalista y fomentar el desarrollo en país.
“Si somos capaces de tener un sentido fuerte de unidad nacional por encima de nuestras diferencias de clases, si somos capaces de mirar la grandeza de nuestro devenir histórico nos tenemos que dar cuenta de que este Bicentenario para nosotros no es otra cosa que la invitación a la aventura de vivir, de comprometerse y de querer a esta sociedad y a este país”, manifestó el principal mandatario.
En otros temas de esta índole el presidente destacó las bondades que tiene el uruguayo para recibir a los extranjeros, dijo que en este país la gente no se mata trabajando y que los partidos políticos son “excepciones por su formidable estabilidad, y una garantía para el funcionamiento de Uruguay”.
PROBLEMAS
Instalada la crisis en Europa, el tema de la emigración quedó atrás, pero ahora preocupa la bajísima natalidad y el lento avance demográfico, aspecto fundamental para el desarrollo futuro del país.
Comparó la educación actual con la China, y reveló un dato importante “tenemos 155 días anuales de clases, mientras los asiáticos andan por las 240 jornadas anuales y con horarios muchos más largos. Acá es posible que esté nuestro gran segundo problema grave e importante: la enseñanza”.
Lo que más llamó la atención en el programa radial del presidente, fueron sus palabras sobre la seguridad y destacó que tiene problemas, pero que “sigue siendo, por lejos, la mejor seguridad del continente”. Parece que en el país de los ciegos, el tuerto es rey.
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